Es imposible imaginar la educación superior de EE.UU sin las "fraternidades de estudiantes". Mientras tanto, sus estatutos secretos a menudo requieren que sus miembros se muestren "hombres" inclusoo mediante la participación en orgías. No es de extrañar que hoy el problema de "violencia sexual en los campus universitarios" se reconoce cada vez más "una epidemia social de los Estados Unidos".La estadística es cínica y criminal:
El 25% de las estudiantes estadounidenses son víctimas de violación en los campus universitarios;
El 60% de los estudiantes estadounidenses consideran aceptable "participar en una violación";
El 78% de los estudiantes identificados como violadores conocían a sus víctimas o eran sus amigos;
El 90% de todas las violaciones en las escuelas superiores estadounidenses se producen bajo la influencia del alcohol;
El 47% de las violaciones terminan para las chicas en lesiones.
Al mismo tiempo, según el profesor de psicología Christina Hoff Sommers, esta estadística citada a menudo ("una de cada cuatro") es subestimada significativamente. Los cuestionarios se compilan de manera que se calculan sólo las violaciones cometidas cuando la víctima se encontraba en un estado de alcohol o drogas. De este modo, prácticamente no se consideran las chicas que fueron obligadas al sexo no deseado como resultado de combinaciones ingeniosas ampliamente utilizadas por fraternidades universitarias.
El tipo de violencia sexual más común entre los estudiantes no es difícil de adivinar. Es la "violación en una cita" o sea cometida por un hombre que conoce a la víctima. En este caso por un compañero de curso o un estudiante de la misma universidad. Este tipo de violación es considerado el crimen más difícil de registrar en los campus universitarios. El término "violación en una cita", también conocido como "violación oculta" es reconocido por el público estadounidense como un problema creciente.
Cabe señalar que este problema va de la mano con el problema del consumo de alcohol ilimitado en los campus universitarios. El alcohol da, sin embargo, la argumentación de un comportamientos de riesgo que con la mente sobria sería considerado inapropiado. Es por eso que los estudios han demostrado la estrecha relación del aumento del consumo de alcohol y el crecimiento de la violencia sexual entre la juventud americana. No es casualidad tampoco que el 59% de las chicas que beben junto con sus compañeros de estudios se hacen víctimas de violencia sexual en el final del primer semestre.
Sin embargo, los "depredadores pueden utilizar el alcohol para incapacitar a las chicas o para hacerlas más vulnerables pero es sólo uno de los numerosos métodos que utilizan los violadores", dice el psicólogo David Lisak. Tras haber estudiado más de veinte años el problema de la violencia sexual entre los estudiantes , Lisak da una lista completa de estrategias para el tratamiento de las víctimas potenciales: el noviazgo, la simulación de relaciones, la presión de la opinión de los compañeros de curso, las amenazas, finalmente, la fuerza física. Todo se planea de un modo que si el caso llega a una investigación universitaria o policial los argumentos de la víctima simplemente no funcionan. Es muy interesante otra conslusión de David Lisak en un trabajo conjunto con otro psicólogo Paul Miller. "La gran mayoría de violaciones en comunidades cerradas como campus universitarios se cometen por violadores en serie".
Esta tendencia se relaciona directamente con la cultura de fraternidades universitarias americanas, así como con su plena autonomíaen el marco de las universidades a las que se refieren. La más famosa de las fraternidades que ha sido presentada en la película "Calavera y huesos" es una sociedad secreta de estudiantes la Universidad de Yale (New Haven, Connecticut). Según los datos oficiales cerca de 15% de todas las violaciones y la cuarta parte de acosos sexuales son "de grupo". Mientras que el 70% se cometen por miembros de fraternidades estudiantiles. Entre las razones se encuentran la admisión de nuevos miembros, el consumo de drogas y alcohol, la afirmación de ambiciones de liderazgo. Es muy importante que según la estadística los miembros de la fraternidad más a menudo que otros estudiantes cometen violaciones y no sólo de grupo. Según el sociólogo Michael Kimmel, las violaciones "fraternales" sirven de "acto ceremonial de expresión de masculinidad". A su vez la antropóloga Peggy Reeves Sanday observa que los miembros jóvenes de la fraternidad de esta manera reafirman su orientación heterosexual.
El ritual de "iniciación" es organizado de la siguiente forma. Si una muchacha llega a la fiesta a la sede de la fraternidad a ella con alcohol o otros "argumentos" la obligan al sexo. Esta tarea se asigna a "los candidatos a los hermanos". Al mismo tiempo, el ritual de "iniciación" que es un acto de sexo en grupo se graba en vídeo. Además, otros hermanos pueden animar a los "recién llegados" ululando. En algunos campus, esta práctica se llama "hacer encallar" o "caza de ballenas". Los sitios pornográficos están llenos de estos "vídeos domésticos".
Por desgracia, sólo el 10% de las estudiantes estadounidenses reportan la violación.
"Es que las autoridades universitarias verbalmente hablando sobre el apoyo a las víctimas hacen de todo para rehabilitar a violadores y ocultar esos crímenes", dice Angela Rose que había sido víctima de violación estudiantil. Sorprendentemente la investigación de los periodistas de National Public Radio reveló que las universidades casi nunca expulsan a estudiantes declarados culpables de asalto sexual. Por el contrario, a menudo la víctima inmersa en una atmósfera de hostilidad y "sale de la escuela superior".
"¿Hay en el país universidades dispuestas a hacer lo suficiente para prevenir y condenar los asaltos sexuales en los campus?", pregunta NBC News contando las historias de cinco niñas desafortunadas. Las estudiantes violadas de las Universidades de Virginia, Georgetown, Ohio, así como del Colegio de William y Mary en la búsqueda de la justicia se enfrentaron a una clara oposición de los funcionarios de las universidades.
"Las autoridades de colegios y universidades temen que la información sobre violaciones salga fuera y empiezen problemas con la admisión, preguntas por parte de los padres y espónsores", dice Daniel Carter, vicepresidente del grupo de seguridad en el Campus del estado de Ohio.
"Es irreal esperar de las escuelas superiores acciones orientadas a la captura y el castigo de depredadores sexuales, simplemente no es su misión principal. Las escuelas superiores son lugares donde los jóvenes aprenden a asumir la responsabilidad por sí mismos", se queja Peter Lake, un jurista de la Universidad de Stetson. ¿Entienden? El castigo de violadores no es la "misión principal"...
"Recuerden que la escuela superior no es su amigo y cada burócrata que Usted encuentra aquí, esta encargado de protegerlo de su propio reclamo. Todos los procedimientos de los funcionarios locales sólo tienen la intención de barrer bajo la alfombra los casos de violación, limitar el daño y eliminar las evidencia de que podrían ser utilizados en contra de la universidad", resume Claire Potter en The Chronicle Higher Education.
Por supuesto, hay que reconocer que en los EE.UU. existe una ley que obliga a las universidades realizar la prevención de violaciones. Pero en realidad, todo se reduce a las acciones demostrativas, como la celebración anual de la "Semana de conocimiento". Además, en algunos lugares a las estudiantes se les vende el gas pimienta a precios reducidos. Pero, dada la magnitud del problema, es obvio que este tipo de medidas no cambian nada.
Hoy en día en las instituciones de educación superior de EE.UU. estudian unos 20 millones de jóvenes, 57% de los cuales son muejeres. Una cuarta parte de ellas durante el período de sus estudios será abusada sexualmente. Esto significa habrá cientos de miles de destinos estropeados...
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