Después de la Segunda guerra mundial cientos de criminales nacistas encontraron asilo en los Estados Unidos. Y eso con la aprobación de las autoridades del país. Además muchos nacistas trabajaban para CIA y realizaban funciones de agentes y espías en Europa.Los documentos revelados están clasificados en tres grupos. El primero lo forman los documentos de FBI que se refieren a los nacistas que se trasladaron a los Estados Unidos y que se usaban por el servicio secreto. Muchos de ellos participaban en el exterminio masivo de hebreos, gitanos, eslavos y representantes de otras etnias. Además algunos documentos certifícan la suma de las ganancias que recibían las corporaciones estadounidenses de su colaboración con Alemania nazi.
En el informe no se indica el número total de nacistas que encontraron asilo en EE.UU. Solo se dice que el número que dan los recursos independientes de 10 000 criminales de Hitler en el territorio de EE.UU está exagerado. Se nota que más de 300 nacistas revelados por el Servicio de investigaciones especiales o no fueron admitidos a los Estado Unidos o fueron desnaturalizados o deportados del país.
Sin embargo el documento constata: “Los EE.UU que estaban orgullosos por hacerse un asilo seguro para los perseguidos se convirtieron en cierto modo en asilo seguro para sus perseguidores”.
El segundo grupo formado por las tal llamadas “carpetas de CIA” consiste de documentos revelados que se refieren al uso por los servicios especiales de EE.UU de los ex nacistas en el trabajo contra la Unión Soviética y otros países del bloque oriental en los tiempos de la “guerra fría”. Según el informe 23 como mínimo criminales nacistas resultaron en la zona de interés de los servicios especiales estadounidenses.
El tercer grupo representan los documentos del trabajo de los servicios especiales de Alemania del oeste. La encabezaba el ex representante principal del servicio secreto de Wehrmacht en la frente del oetse Reinchard Gelen. El organismo fue financiado por los Estados Unidos.
Hasta por los hechos mencionados en el informe se puede juzgar de la colaboración cercana entre los servicios especiales de EE.UU con los nacistas. Así nota The New York Times en el documento se dice que para CIA trabajaban al menos cinco colaboradores de uno de los criminales más crueles en la historia de la Segunda Guerra Mundial el obersturmbannführer de SS, jefe del “ departamento de hebreos” de la administración de seguridad imperial Adolf Eichman.
Además en la tercera parte del informe de la colaboración activa de los servicios secretos de EE.UU con los nacistas en el territorio de la zona de ocupación de Alemania se dice que en los 1950 los servicios secretos de EE.UU y Alemania del oeste disponían de información suficiente para detener a Eichmann. Pero esto no sucedió por los temores de los servicios especiales que en caso de arresta Eichmann hará pública la información del pasado nacista de Hans Globke el jefe del secretariaro del canciller de Alemania Konrad Adenawer.
Está confirmado por documentos que entre los nacistas escapados de la justicia por los servicios especiales estadounidenses estuvo Arthur Rudolf. En la Alemania de Hiter el dirigía la fábrica de municiones Mittelwerk donde se usaba el trabajo esclavo de los trabajadores y de prisioneros de guerra robados de los territorios ocupados. Las autoridades de EE.UU llevaron a Rudolf al país y usaron sus conocimientos y experiencia en la producción de cohetes. El ex nacista recibió el premio de NASA que lo declaró “padre” del cohete Saturn 5.
El oficial de la “Legión de Cáucaso” de SS Cherim Subzokov después de terminar la guerra fue contratado por el servicio secreto estadounidense y en los 1950 al hacerse ciudadano de EE.UU trabajaba para CIA. Subzokov fue responsable de llevar a los agentes estadounidenses al Cáucaso soviético. Sin embargo en 1985 en circunstancias no aclaradas fue matado por la explosión de una bomba en su casa en New Jersey. Según la versión más verdadera la tentativa lograda fue preparada por uno de los grupos de combate hebreos.
Y no es el único ejemplo. Al terminar la Segunda guerra mundial CIA en el marco de los programas secretos Pastime y Kibitz organizó en el territorio de la zona de ocupación estadounidense en Alemania del oeste una red de agentes alemanes para trabajar contra la Unión Soviética. Al menos dos de los empleados eran ex oficiales de SS. En el documento se destaca que los funcionarios del gobierno de EE.UU conscientemente les daban a muchos nacistas permiso de entrar el país a pesar de lo que sabían de su pasado.
El informe del Ministerio de justicia fue preparado para el 2006 pero las autoridades de EE.UU se oponían a su publicación durante 4 años. En el 2010 bajo la amenaza de un acto judicial el informe fue hecho público pero en una versión redactada. El gobierno excluyó la información de la colaboración con los criminales nacistas más odiosos.
The New York Times obtuvo el variante completo del informe. Los periodistas compararon los dos textos y encontraron en la versión publicada muchas “manchas blancas”. Después del escándalo CIA ya no podía quedarse callada y reconoció algunos hechos de colaboración. Por ejemplo que CIA se dedicaba a la evacuación de criminales militares nacistas y colaboracionistas primero al sur de Europa y luego a América del sur. Esto les permitía a los criminales evitar el tribunal internacional. Fue reconocido el hecho de uso de los ex militares de la Alemania nazi primero como recursos de información y luego como agentes en los países del bloque oriental. Y también de la creación y entrenamiento en el territorio de EE.UU de “armas secretas” que parcialmente consistían de ex nacistas.
Con todo eso CIA hasta ahora no revela algunos datos que son secreto de Estado. Así que pueden esperar muchas sorpresas en el futuro.
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