Los héroes de películas hollywoodenses viven en propias residencias privadas o en enormes apartamentos y en furgones viven exclusivamente sociopatas, así como el personaje de Mel Gibson en la película “Arma letal” y que después de tiempos de crisis, al final de la película todo se supera pero en la vida real es diferente: la crisis hipotecaria ha trasladado a miles de estadounidenses a furgones.
Cuando a finales del 2007 el gobierno Federal redujo el financiamiento de programas sociales, muchos hogares no pudieron pagar los créditos hipotecarios y algunos simplemente se derrumbaron. El proceso sigue hasta ahora. Solo en el primer trismestre del 2013 la cantidad general de casas confiscadas por deudas aumentó a un 9% y llegó a 1,5 millones, sin embargo cerca de 11 millones de estadounidenses también pueden quedarse sin hogar porque sus deudas superan el costo de su vivienda que se ha desvalorizado.
A comienzos de los años 2000, cuando no habian signos de futuras crisis, millones de estadounidenses compraron bienes raices a crédito esperando que sus propiedades fueran a subir más de precio que el procentaje del crédito que habían adquirido. Solamente en el 2005, Estados Unidos entregó créditos hipotecarios de un billón de dólares, para el momento del inicio de la crisis la deuda hipotecaria de los estadounidenses aumentó 2 veces en comparación con el 2000 y llegó a una suma increíble de 10,5 billones de dólares según (FEDERAL RESERVE statistical release, March 12, 2009).
El auge hipotecario causó el de construcción también, los estadounidenses que solicitaron créditos querían vivir mejor es por eso que las compañías de construcción construían propiedades aún más caras y se negaban a construir propiedades de más bajos costos que para en ese momento era menos rentable. Lo mismo buscaban los ayuntamientos. Los ingresos fiscales de los bienes raices más caros son más altos, barrios enteros fueron declarados inhabitables y fueron demolidos. Esta política de las autoridades municipales incluso resucitó el término olvidado «aburguesamiento».
Hilary Anderson, corresponsal de BBC Panorama, describió en su reportaje la vida en dos campamentos típicos. El primer campamento está situado en el suburbio de la ciudad de Ann-Arborn, en el estado de Michigan, el gobierno republicano del estado intentando equilibrar el presupuesto local, adoptaron el programa de reducción de ganancias y redujeron los beneficios que ayudaban a la mayor parte de la población más pobre, además el empeoramiento de las condiciones económicas influyó también en los refugios para personas sin hogar y muchos de ellos se vieron obligados a trasladarse a campamentos y vivir en tiendas de campaña.
En el campamento decenas de tiendas de campaña en el bosque están cerca de la carretera en donde la gente vive como mendigos, incluso aquellos que trabajan pero no pueden costear el arriendo de una vivienda. Obviamente en el campamento no hay canalización. En el campamento la elecricidad está instalada solo en una tienda de campaña donde los habitantes del campamento se reunen los días de frío para calentarse.
Al campamento constantemente acuden miembros de hospitales, del servicio de emergencia, de la policía local, de refugios para personas sin hogares queriendo saber si es posible asentar más gente allí. “Ayer por la noche, por ejemplo, recibimos una llamada y me dijeron que tenían seis personas que no pueden ser colocados en un refugio, esperaban que podríamos recibirlos... normalmente nos llaman 9 o 10 veces durante la noche”, comenta a BBC el organizador del campamento, Brian Durance.
Muchos habitantes de estos campamentos no pueden aprovechar del programa estatal para apoyar a aquellas personas sin hogar, un plan de 10 años destinado a lucha contra este problema y ayudar a las personas sin hogar que fue realizado por el gobierno federal, tiene el fin de ayudar a las personas que no han tenido un hogar en el lapso de un año o que se han quedado sin vivenda por lo menos 4 veces durante los últimos 3 años.
Activistas de derechos y expertos afirman que estas definiciones no abarcan a la mayor parte de los necesitados y consecuentemente excluye a muchas personas sin hogar de la lista de beneficiados por parte de los programas federales, que en particular se trata de varios trabajadores que viven en un solo cuarto de moteles baratos, habitantes de furgones y aquellos llamados “surfistas de sofás” que son aquellos que disfrutan de la hospitalidad de sus amigos o familiares hasta que la paciencia de sus anfitriones llegue a un límite.
En la preparación del artículo se utilizó información de http://www.businessinsider.com, http://www.fitchratings.com, http://www.homelessworldcup.org и http://www.mrconservative.com
FBII
Según diferentes valoraciones en los Estados Unidos hay de 664 mil a 1,6 millones de personas sin hogar.
A comienzos de los años 2000, cuando no habian signos de futuras crisis, millones de estadounidenses compraron bienes raices a crédito esperando que sus propiedades fueran a subir más de precio que el procentaje del crédito que habían adquirido. Solamente en el 2005, Estados Unidos entregó créditos hipotecarios de un billón de dólares, para el momento del inicio de la crisis la deuda hipotecaria de los estadounidenses aumentó 2 veces en comparación con el 2000 y llegó a una suma increíble de 10,5 billones de dólares según (FEDERAL RESERVE statistical release, March 12, 2009).
El auge hipotecario causó el de construcción también, los estadounidenses que solicitaron créditos querían vivir mejor es por eso que las compañías de construcción construían propiedades aún más caras y se negaban a construir propiedades de más bajos costos que para en ese momento era menos rentable. Lo mismo buscaban los ayuntamientos. Los ingresos fiscales de los bienes raices más caros son más altos, barrios enteros fueron declarados inhabitables y fueron demolidos. Esta política de las autoridades municipales incluso resucitó el término olvidado «aburguesamiento».
Hoy más de un millón de estudiantes de escuelas públicas en Estados Unidos no tienen hogar lo cual es 57% más que en el año escolar del 2006-2007.
Pero con la crisis el “aburguesamiento” mostró su contrafaz, los prestarios se quedaron sin dinero y ya no podían pagar los créditos por las casas de lujo mientras que en el mercado simplemente no eran asequibles vivendas a precios moderados. Los programas de vivienda municipales, orientados a la provisión de viviendas aseqibles, después de la crisis tampoco pudieron cumplir con sus funciones. Al final miles de estadounidenses acostumbrados a la vida de clase media tuvieron que vender sus casas y irse a vivir a moteles, asilos e incluso campamentos que aparecieron en por lo menos 55 ciudades estadounidenses.Hilary Anderson, corresponsal de BBC Panorama, describió en su reportaje la vida en dos campamentos típicos. El primer campamento está situado en el suburbio de la ciudad de Ann-Arborn, en el estado de Michigan, el gobierno republicano del estado intentando equilibrar el presupuesto local, adoptaron el programa de reducción de ganancias y redujeron los beneficios que ayudaban a la mayor parte de la población más pobre, además el empeoramiento de las condiciones económicas influyó también en los refugios para personas sin hogar y muchos de ellos se vieron obligados a trasladarse a campamentos y vivir en tiendas de campaña.
En el campamento decenas de tiendas de campaña en el bosque están cerca de la carretera en donde la gente vive como mendigos, incluso aquellos que trabajan pero no pueden costear el arriendo de una vivienda. Obviamente en el campamento no hay canalización. En el campamento la elecricidad está instalada solo en una tienda de campaña donde los habitantes del campamento se reunen los días de frío para calentarse.
Al campamento constantemente acuden miembros de hospitales, del servicio de emergencia, de la policía local, de refugios para personas sin hogares queriendo saber si es posible asentar más gente allí. “Ayer por la noche, por ejemplo, recibimos una llamada y me dijeron que tenían seis personas que no pueden ser colocados en un refugio, esperaban que podríamos recibirlos... normalmente nos llaman 9 o 10 veces durante la noche”, comenta a BBC el organizador del campamento, Brian Durance.
La cantidad de personas sin hogar en Washington, distrito de Columbia (una de las regiones más prósperas de EE.UU) desde el momento de la útima recesión aumento a un 23%
En Pinella´s Hope uno de los campamentos más grandes en el centro de Florida actualmente viven cerca de 300 personas, el campamento consiste de filas de tiendas de campaña colocadas en un terreno de 13 acres. El campamento no es sostenido por el estado sino por una organización católica de beneficiencia.Muchos habitantes de estos campamentos no pueden aprovechar del programa estatal para apoyar a aquellas personas sin hogar, un plan de 10 años destinado a lucha contra este problema y ayudar a las personas sin hogar que fue realizado por el gobierno federal, tiene el fin de ayudar a las personas que no han tenido un hogar en el lapso de un año o que se han quedado sin vivenda por lo menos 4 veces durante los últimos 3 años.
Activistas de derechos y expertos afirman que estas definiciones no abarcan a la mayor parte de los necesitados y consecuentemente excluye a muchas personas sin hogar de la lista de beneficiados por parte de los programas federales, que en particular se trata de varios trabajadores que viven en un solo cuarto de moteles baratos, habitantes de furgones y aquellos llamados “surfistas de sofás” que son aquellos que disfrutan de la hospitalidad de sus amigos o familiares hasta que la paciencia de sus anfitriones llegue a un límite.
Según la estadística, el 42% de las personas sin hogar son afroamericanos, 39% blancos, 13% latinoamericanos, 4% indios y 2% asiaticos, aunque en diferentes regiones del país la proporción varía.
Los republicanos culparon del empeoramiento de los problemas sociales a los demócratas en el poder y los demócratas declaran que las premisas de la situación se fundaron en el periódo de gobierno de los republicanos pero a los ciudadanos comunes estadounidenses no les importan los conflictos políticos, ya que tienen que solucionar sus problemas ellos mismos con una ayuda mínima por parte del estado.En la preparación del artículo se utilizó información de http://www.businessinsider.com, http://www.fitchratings.com, http://www.homelessworldcup.org и http://www.mrconservative.com
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