El problema no es el hecho de donde fueron preparados estos platos por primera vez sino en donde se convirtieron en objeto de un culto, fueron complementados con varias tecnologías dañinas y quien ahora los promueve al mercado global de masas.Hemos hecho una lista top de los mejores alimentos de América cuyo consumo excesivo puede conducir a problemas de salud graves.
Chips y patatas fritas
Un día del año 1853 un empleado del restaurante del hotel Moon's Lake Lodge en el estado de Nueva York George Crum se enfrentó con un cliente exigente que no estaba satisfecho con la calidad de sus patatas fritas. El cocinero se enojó, cortó las patatas en tajadas muy finas, las frió en aceite hasta crujido y las sirvió a la mesa, al cliente le gustaron sus papas y pronto estas patatas fueron incluídas en la carta del restaurante. Más tarde las comenzaron a vender en paquetes "para llevar".
Hoy en día, las patatas fritas se preparan de harina de trigo y de maíz, de una mezcla de almidones y de soya. También llevan diferentes aromas alimentarios y potenciadores del sabor. El consumo de chips y papas fritas lleva a la obesidad pero este es el menor de los problemas. Además, aumenta el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares, aumenta el nivel de colesterol, aparecen placas en los vasos sanguineos, produce la aterosclerosis y cambios degenerativos en el hígado. Añaden aquí la alteración de la función sexual y el desarrollo de cáncer y no sólo en el tracto gastrointestinal.
Hamburguesas y perros calientes
A finales de los años 70 del siglo XIX los inmigrantes alemanes en Chicago por primera vez pusieron una salchicha en una base de pan. El invento recibió el nombre dachshund, es decir, "perro caliente". El traductor lo tradujo literalmente. Así apareció el "perro caliente". La producción industrial fue desarrollada por Harry M. Stevens cuyos descendientes todavía mantienen un negocio de salchichas en Nueva York. A su vez en julio del 1900 un gastrónomo estadounidense Louis Lassen vendió en el estado de Connecticut la primera hamburguesa en la historia.
Hoy en día, el perro caliente y la hamburguesa son los símbolos principales de la comida rápida. Ahí además del aceite tostado la situación se complica por el "contenido de carne". Para que las chuletas y salchichas sean suficientes para todos al ganado y a las aves de Estados Unidos los alimentan con antibióticos y aditivos que permiten aumentar de peso rápidamente. A continuación, al producto final lleno de colesterol "dañino" se le añade soya, glutamato monosódico, conservantes, estabilizadores y colorantes sintéticos.
"Los perros calientes son uno de los productos más peligrosos con los que no se puede alimentar a un niño pequeño, asegura Daily Mail. En Estados Unidos, los perros calientes tienen la culpa del 17 % de los casos de asfixia infantil y matan cerca de 80 niños al año".
La gaseosa dulce
La primera Cola apareció en el año 1886 en el laboratorio de John Stith Pemberton, un químico de Atlanta. Inicialmente se vendía en la farmacia por cinco centavos el vaso. Pero la demanda era enorme y la receta se ha desplazado a la producción comercial. Aparecieron las empresas estadounidenses Coca-Cola, PepsiCo y Dr Pepper, que ahora controlan el 90% del mercado de las bebidas dulces del mundo.
La cola provoca obesidad y otros trastornos metabólicos, puede llevar a enfermedades del tracto gastro-intestinal o incluso causar envenenamiento. La alta acidez de cola lleva al daño al esmalte del diente y eluye el calcio del cuerpo lo que tiene un efecto negativo sobre los huesos humanos especialmente de los niños, adolescentes y mujeres. Por último, según las investigaciones de científicos de los EE.UU. y Singapur, el consumo de bebidas gaseosas puede causar cáncer de páncreas que es mortal en el 95% de los casos
Palomitas de maíz
En 1885, Charles Cretors estableció en Chicago la primera máquina para producción de palomitas de maíz y un siglo más tarde en los EE.UU. fueron inventadas las palomitas de maíz para microondas.
Por supuesto, el maíz como tal no representa peligro para la salud. Pero todo cambia cuando las semillas de maíz se mezclan con aceite, sal, azúcar, colorantes, potenciadores del sabor, caramelizados y aromas alimentarios. ¡A propósito,
la dosis de sal en palomitas clásicas es incluso más alta que en los chips! La sobredosis de sal conduce a la hipertensión arterial y a la insuficiencia renal. Además, el valor nutricional de las palomitas de maíz debido a todo tipo de aditivos aumenta a 500 calorías por 100 gramos. En general, no es difícil seguir la interconexión con el sobrepeso de la mayoría de estadounidenses teniendo en cuenta que en promedio un ciudadano de EE.UU. consume 17 kg de palomitas de maíz al año.
La mayonesa y el kétchup
Su patria histórica es considerada Francia medieval y China antigua. Sin embargo, las recetas industriales de mayonesa y kétchup que han aparecido a principios del siglo XX en los Estados Unidos han cambiado estos condimentos hasta no ser reconocidos.
Henry J. Heinz producía el kétchup a base de una pasta de tomate espesa producida por evaporación al vacío sin calor. Además, él fue el primero en utilizar el conservante benzoato de sodio. Hoy en día el real kétchup estadounidense además de almidón, estabilizantes, emulsionantes y conservantes contiene colorantes químicos y en un 20% se compone de azúcar. A su vez, la mayonesa modificada por Richard Helman es portador de las tal llamadas grasas trans que son isómeros de ácidos grasos que tienen la capacidad de engañar nuestro cuerpo incorporándose en la célula en lugar de ácidos grasos naturales. Estas "visitas" conducen a la oncogénesis, la aterosclerosis, aumentan el riesgo de desarrollo de diabetes y afectan el sistema inmunológico. Un peligro adicional representan los envases de plástico porque el vinagre contenido en la mayonesa absorbe del plástico los carcinógenos.
La leche condensada
En agosto de 1856 el estadounidense Gail Borden patentó la leche condensada. El nuevo producto debido a su valor calórico y nutritividad le apeteció bastante al Ejército de los EE.UU. El gobierno hacía pedidos de cantidades enormes de leche condensada estimulando de esta manera su producción.
En el siglo XX debido a una gran demanda en los Estados Unidos pusieron en marcha un sustituto de la leche condensada en la cual junto con la leche condensada se utilizaban los aceites vegetales y otros productos de origen vegetal. El más dañino de estos aceites es el de palma. Con el fin de usarlo a escala industrial se somete a hidrogenación durante la cual pasa de estado líquido a estado sólido. La masa resultante se puede añadir a cualquier cosa. Es barato y conveniente. Mientras tanto, durante la hidrogenación en el aceite de palma aparece un alto porcentaje de grasas saturadas que al entrar en el cuerpo humano aumentan el nivel de colesterol "malo" y provocan el desarrollo de la aterosclerosis, trombosis, enfermedades del corazón y la obesidad.
Chicle
Aunque la humanidad masticaba varias mezclas incluso en los tiempos de construcción de las pirámides de Egipto, la primera fábrica para la producción de goma de mascar apareció en el estado de Maine en el año 1848. Por lo tanto, precisamente a su fundador John B. Curtis le pertenece la primacía de la producción comercial de la goma de mascar. En el primer año en su fábrica había sólo cuatro calderas. En una de la resina de pino se evaporaban impurezas. En las demás se preparaba la masa para los productos con la adición de aromas alimentarios ligeros. Luego la goma de mascar comienza su marcha triunfal por los EE.UU. Para los principios del siglo XX todo el mundo ya sabe que los yankees mastican día y noche. Esta imagen de los estadounidenses ha permanecido durante toda la primera mitad del siglo.
En 1928 se crea la fórmula ideal de goma de mascar. 20% de caucho, 60% de azúcar (o sus sustitutos), 19% de jarabe de maíz y 1% de aromas alimentarios. Precisamente el sustituto del azúcar que hoy en día ha sustituído completamente el azúcar lleva al igual que en el caso de cola a efectos negativos para los dientes y el sistema digestivo.
Todos los productos mencionados anteriormente son unidos por el exceso de grasas trans y sustitutos del azúcar. Las grasas trans son hoy tal vez los principales culpables de la mortalidad de enfermedades cardiovasculares. Según las estadísticas oficiales, en los EE.UU. causan 20 000 ataques al corazón cada año. Además, las grasas trans aumentan el riesgo de desarrollo de diabetes, cáncer de mama, reducen la cantidad de testosterona en los hombres y tienen un número de otros efectos negativos.
A su vez muchos sustitutos del azúcar son ingredientes que proporcionan un efecto narcótico en el cerebro, causan cambios en el estado mental, reducen el nivel de inteligencia, deterioro de la memoria y la calidad de aprendizaje de información. Además, tienen un impacto destructivo sobre la estructura del hígado.
Sin embargo, los productos anteriores (goma de mascar, cola, palomitas de maíz, hamburguesas son elementos indispensables del estilo de vida estadounidense. En la publicidad se presentan como un paso en el camino hacia el "sueño americano". Por lo tanto, a pesar del aumento en los últimos años de la
voz de la razón, es extremadamente difícil imaginarse que los Estados Unidos reducirá significativamente el consumo de productos dañinos.
FBII
Un día del año 1853 un empleado del restaurante del hotel Moon's Lake Lodge en el estado de Nueva York George Crum se enfrentó con un cliente exigente que no estaba satisfecho con la calidad de sus patatas fritas. El cocinero se enojó, cortó las patatas en tajadas muy finas, las frió en aceite hasta crujido y las sirvió a la mesa, al cliente le gustaron sus papas y pronto estas patatas fueron incluídas en la carta del restaurante. Más tarde las comenzaron a vender en paquetes "para llevar".
Hoy en día, las patatas fritas se preparan de harina de trigo y de maíz, de una mezcla de almidones y de soya. También llevan diferentes aromas alimentarios y potenciadores del sabor. El consumo de chips y papas fritas lleva a la obesidad pero este es el menor de los problemas. Además, aumenta el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares, aumenta el nivel de colesterol, aparecen placas en los vasos sanguineos, produce la aterosclerosis y cambios degenerativos en el hígado. Añaden aquí la alteración de la función sexual y el desarrollo de cáncer y no sólo en el tracto gastrointestinal.
Hamburguesas y perros calientes
A finales de los años 70 del siglo XIX los inmigrantes alemanes en Chicago por primera vez pusieron una salchicha en una base de pan. El invento recibió el nombre dachshund, es decir, "perro caliente". El traductor lo tradujo literalmente. Así apareció el "perro caliente". La producción industrial fue desarrollada por Harry M. Stevens cuyos descendientes todavía mantienen un negocio de salchichas en Nueva York. A su vez en julio del 1900 un gastrónomo estadounidense Louis Lassen vendió en el estado de Connecticut la primera hamburguesa en la historia.
Hoy en día, el perro caliente y la hamburguesa son los símbolos principales de la comida rápida. Ahí además del aceite tostado la situación se complica por el "contenido de carne". Para que las chuletas y salchichas sean suficientes para todos al ganado y a las aves de Estados Unidos los alimentan con antibióticos y aditivos que permiten aumentar de peso rápidamente. A continuación, al producto final lleno de colesterol "dañino" se le añade soya, glutamato monosódico, conservantes, estabilizadores y colorantes sintéticos.
"Los perros calientes son uno de los productos más peligrosos con los que no se puede alimentar a un niño pequeño, asegura Daily Mail. En Estados Unidos, los perros calientes tienen la culpa del 17 % de los casos de asfixia infantil y matan cerca de 80 niños al año".
La gaseosa dulce
La primera Cola apareció en el año 1886 en el laboratorio de John Stith Pemberton, un químico de Atlanta. Inicialmente se vendía en la farmacia por cinco centavos el vaso. Pero la demanda era enorme y la receta se ha desplazado a la producción comercial. Aparecieron las empresas estadounidenses Coca-Cola, PepsiCo y Dr Pepper, que ahora controlan el 90% del mercado de las bebidas dulces del mundo.
La cola provoca obesidad y otros trastornos metabólicos, puede llevar a enfermedades del tracto gastro-intestinal o incluso causar envenenamiento. La alta acidez de cola lleva al daño al esmalte del diente y eluye el calcio del cuerpo lo que tiene un efecto negativo sobre los huesos humanos especialmente de los niños, adolescentes y mujeres. Por último, según las investigaciones de científicos de los EE.UU. y Singapur, el consumo de bebidas gaseosas puede causar cáncer de páncreas que es mortal en el 95% de los casos
Palomitas de maíz
En 1885, Charles Cretors estableció en Chicago la primera máquina para producción de palomitas de maíz y un siglo más tarde en los EE.UU. fueron inventadas las palomitas de maíz para microondas.
Por supuesto, el maíz como tal no representa peligro para la salud. Pero todo cambia cuando las semillas de maíz se mezclan con aceite, sal, azúcar, colorantes, potenciadores del sabor, caramelizados y aromas alimentarios. ¡A propósito,
la dosis de sal en palomitas clásicas es incluso más alta que en los chips! La sobredosis de sal conduce a la hipertensión arterial y a la insuficiencia renal. Además, el valor nutricional de las palomitas de maíz debido a todo tipo de aditivos aumenta a 500 calorías por 100 gramos. En general, no es difícil seguir la interconexión con el sobrepeso de la mayoría de estadounidenses teniendo en cuenta que en promedio un ciudadano de EE.UU. consume 17 kg de palomitas de maíz al año.
La mayonesa y el kétchup
Su patria histórica es considerada Francia medieval y China antigua. Sin embargo, las recetas industriales de mayonesa y kétchup que han aparecido a principios del siglo XX en los Estados Unidos han cambiado estos condimentos hasta no ser reconocidos.
Henry J. Heinz producía el kétchup a base de una pasta de tomate espesa producida por evaporación al vacío sin calor. Además, él fue el primero en utilizar el conservante benzoato de sodio. Hoy en día el real kétchup estadounidense además de almidón, estabilizantes, emulsionantes y conservantes contiene colorantes químicos y en un 20% se compone de azúcar. A su vez, la mayonesa modificada por Richard Helman es portador de las tal llamadas grasas trans que son isómeros de ácidos grasos que tienen la capacidad de engañar nuestro cuerpo incorporándose en la célula en lugar de ácidos grasos naturales. Estas "visitas" conducen a la oncogénesis, la aterosclerosis, aumentan el riesgo de desarrollo de diabetes y afectan el sistema inmunológico. Un peligro adicional representan los envases de plástico porque el vinagre contenido en la mayonesa absorbe del plástico los carcinógenos.
La leche condensada
En agosto de 1856 el estadounidense Gail Borden patentó la leche condensada. El nuevo producto debido a su valor calórico y nutritividad le apeteció bastante al Ejército de los EE.UU. El gobierno hacía pedidos de cantidades enormes de leche condensada estimulando de esta manera su producción.
En el siglo XX debido a una gran demanda en los Estados Unidos pusieron en marcha un sustituto de la leche condensada en la cual junto con la leche condensada se utilizaban los aceites vegetales y otros productos de origen vegetal. El más dañino de estos aceites es el de palma. Con el fin de usarlo a escala industrial se somete a hidrogenación durante la cual pasa de estado líquido a estado sólido. La masa resultante se puede añadir a cualquier cosa. Es barato y conveniente. Mientras tanto, durante la hidrogenación en el aceite de palma aparece un alto porcentaje de grasas saturadas que al entrar en el cuerpo humano aumentan el nivel de colesterol "malo" y provocan el desarrollo de la aterosclerosis, trombosis, enfermedades del corazón y la obesidad.
Chicle
Aunque la humanidad masticaba varias mezclas incluso en los tiempos de construcción de las pirámides de Egipto, la primera fábrica para la producción de goma de mascar apareció en el estado de Maine en el año 1848. Por lo tanto, precisamente a su fundador John B. Curtis le pertenece la primacía de la producción comercial de la goma de mascar. En el primer año en su fábrica había sólo cuatro calderas. En una de la resina de pino se evaporaban impurezas. En las demás se preparaba la masa para los productos con la adición de aromas alimentarios ligeros. Luego la goma de mascar comienza su marcha triunfal por los EE.UU. Para los principios del siglo XX todo el mundo ya sabe que los yankees mastican día y noche. Esta imagen de los estadounidenses ha permanecido durante toda la primera mitad del siglo.
En 1928 se crea la fórmula ideal de goma de mascar. 20% de caucho, 60% de azúcar (o sus sustitutos), 19% de jarabe de maíz y 1% de aromas alimentarios. Precisamente el sustituto del azúcar que hoy en día ha sustituído completamente el azúcar lleva al igual que en el caso de cola a efectos negativos para los dientes y el sistema digestivo.
Todos los productos mencionados anteriormente son unidos por el exceso de grasas trans y sustitutos del azúcar. Las grasas trans son hoy tal vez los principales culpables de la mortalidad de enfermedades cardiovasculares. Según las estadísticas oficiales, en los EE.UU. causan 20 000 ataques al corazón cada año. Además, las grasas trans aumentan el riesgo de desarrollo de diabetes, cáncer de mama, reducen la cantidad de testosterona en los hombres y tienen un número de otros efectos negativos.
A su vez muchos sustitutos del azúcar son ingredientes que proporcionan un efecto narcótico en el cerebro, causan cambios en el estado mental, reducen el nivel de inteligencia, deterioro de la memoria y la calidad de aprendizaje de información. Además, tienen un impacto destructivo sobre la estructura del hígado.
Sin embargo, los productos anteriores (goma de mascar, cola, palomitas de maíz, hamburguesas son elementos indispensables del estilo de vida estadounidense. En la publicidad se presentan como un paso en el camino hacia el "sueño americano". Por lo tanto, a pesar del aumento en los últimos años de la
voz de la razón, es extremadamente difícil imaginarse que los Estados Unidos reducirá significativamente el consumo de productos dañinos.
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