Hubo un tiempo cuando los Estados Unidos con la ayuda de su ejército, del dólar y de sanciones económicas podría sacar el alma y los recursos de cualquier oponente. Ahora para los Estados Unidos la guerra es una pesada carga, el dólar se debilita y el embargo estadounidense ya no causa el miedo de antes sino el deseo de tomar represalias en contra de EE.UU.
A comienzos del siglo XXI las sanciones económicas estadounidenses actuaban en relación a 75 países del mundo, donde vivía más de la mitad de la población mundial. Justificando estas medidas por la necesidad de protección de derechos humanos, la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y la proliferación de armas de destrucción masiva, los Estados Unidos persiguen objetivos egoístas. Entre ellos capturar nuevos mercados, eliminar a los competidores y presionar los gobiernos de países indeseables hasta el cambio del régimen estatal. De acuerdo con la "Ley de Poderes Económicos en caso de emergencia internacional" aprobada el 18 de octubre del 1977 el presidente de EE.UU. tiene la obligación de aplicar las sanciones cuando surge "una amenaza inusual o extraordinaria a la seguridad nacional, a la política exterior o a la economía de los Estados Unidos, con la fuente totalmente o significativamente fuera de EE.UU."
Irak que resultó influído por las sanciones de EE.UU. y el Consejo de Seguridad de la ONU en agosto de 1990 plenamente comprendió lo que significa caer en la esfera de los intereses nacionales de los Estados Unidos. Contra Bagdad fue introducido el embargo de suministro de armas a excepción de una lista limitada de alimentos y medicinas. La falta de estas últimas condujo a la muerte de cerca de medio millón de niños en Irak. Cuando se supo sobre este horrible hecho, los periodistas le preguntaron al actual Secretario de Estado de EE.UU. Madeleine Albright, si no eran demasiado duras las sanciones de Estados Unidos. En respuesta ellos oyeron una revelación cínica: "¡La muerte de 500.000 niños iraquíes era el precio a pagar por el debilitamiento del régimen de Saddam Hussein!". Sin embargo las sanciones económicas brutales eran impotentes contra el dictador iraquí, y Estados Unidos junto con sus aliados han recurrido al argumento extremo militar. No es de extrañar que la señora Albright solía repetir: "¿ Para qué tener un excelente ejército, como lo afirman todos, si no podemos usarlo?"
Sin embargo, Irak no es el ejemplo más elocuente de la política de los estándares dobles y de la creciente incapacidad de los Estados Unidos de lograr sus objetivos a través de sanciones.
La República de Cuba por más de medio siglo se encuentra en un intenso bloqueo político y económico de los Estados Unidos, pero todavía sigue viva y socialista y bajo el poder de Castro inmarcesible. Y esto a pesar de que, según el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba Bruno Rodríguez Parrilla, durante cincuenta años el embargo de EE.UU. ha causado daños a la economía del país de 1,1 billones de dólares. En la época de la guerra "fría" soportar la presión de Washington y sobrevivir en La Habana ayudaba Moscú y otros países del bloque del Este. Pero incluso tras quedarse sóla la Isla de la Libertad no capitula, desarrolla activamente el negocio de turismo, encuentra inversiones extranjeras y logra anular las sanciones injustas.
Es demostrativo que en la última Asamblea General de la ONU donde se discutió este tema, "por" la prolongación del embargo estuvieron sólo dos países, los Estados Unidos e Israel. La posición unánime de la comunidad internacional obligó a la Casa Blanca a hacer una declaración de que el gobierno de EE.UU. puedeactuar en los interéses de Cuba. Por supuesto, la Casa Blanca de un solo golpe no puede remover las cadenas oxidadas del bloqueo sin perder la cara. Así que Barack Obama tiene que cubrir esta derrota moral con una frase escandalosa: "La generación joven de políticos estadounidenses y estadounidenses de origen cubano es probablemente más abierta para la búsqueda de "nuevos mecanismos" para lograr cambios en la isla". Mientras tanto, los Estados Unidos con un pragmatismo puramente capitalista se benefician de las sanciones contra Cuba. Por el desarrollo de relaciones comerciales con La Habana las autoridades estadounidenses sólo en los últimos 10 años han multado sus empresas y empresas extranjeras por un total de $ 2,4 mil millones.
El presupuesto de EE.UU. ha recibido beneficios directos e indirectos de las sanciones contra la República Islámica de Irán adoptadas en 1979. Ellos no dieron ni un paso más cerca al objetivo principal de America de debilitar o derrocar al gobierno de los ayatolás, pero ayudó a llenar los bolsillos de docenas de empresas estadounidenses y demostrar al mundo la esencia podrida y sin principios de la política exterior de EE.UU. Subió el velo de las estafas "iraníes" de la Casa Blanca el escándalo "Irán-Contra" de 1986. ¡En aquel entonces a la prensa fluyeron los detalles del pacto secreto bajo el cual la administración de Ronald Reagan, en violación de su propio embargo, suministraba armas a Teherán, y en contra de la prohibición del Congreso de EE.UU., enviaba el dinero recibido para el apoyo de los rebeldes nicaragüenses (Contras)! Bill Clinton también ha contribuido. Durante su presidencia en el régimen de sanciones "contra Irán" apareció un vacío legal que permitía a las compañías estadounidenses comprar y revender el petróleo iraní. El 42 Presidente de los Estados Unidos ha probado esta técnica en Sudán donde a pesar de las sanciones económicas impuestas por Washington, Occidental Petroleum de EE.UU. con el apoyo de la Casa Blanca sin obstáculos extraía y transportaba el petróleo sudanés. Un artículo en Washington Post ayudó a revelar estas maquinaciones, después de lo cual Occidental tuvo que abandonar Sudán.
En diciembre del 2010 otro periódico The New York Times informó de que las autoridades estadounidenses que sin descanso exhortaban a la comunidad internacional a las brutales sanciones contra Teherán, al mismo tiempo, ayudó a "sus" empresas a ganar miles de millones de dólares en negocios con Irán. Resultó que precisamente las empresas estadounidenses han financiado la tubería para el gas iraní a Europa y el comercio de EE.UU. e Irán que no tienen ningunas relaciones oficiales sólo en el primer semestre de 2010 ascendió a $ 151 millones.
La inmoralidad de EE.UU. en esta cuestión fundamental como el cumplimiento de sus propias reglas de juego, desencadena las manos a otros países y permite a Irán a eludir las sanciones económicas. China está comprando activamente el petróleo de Irán , que se vende directamente desde los camiones cisternas en las aguas territoriales de Indonesia , lo que da la posibilidad de evadir las sanciones. Los vecinos más cercanos Turquía e Irak ayudan a Teherán a adquirir divisas y oro para apoyar el curso del rial iraní. Barack Obama , al no ser capaz de obligar a Irán a abandonar su programa nuclear, está obligado a hablar de la posibilidad de negociaciones directas: "Los obstáculos en este camino pueden ser demasiado grandes, pero estoy firmemente convencido de que debemos intentar el camino de esfuerzos diplomáticos".
La cuestión nuclear se ha convertido en un pretexto para Washington para imponer sanciones económicas contra Corea del Norte. Pero la impotencia de EE.UU. es evidente y en esta parte del mundo. La frontera común con China que representa dos tercios del volumen del comercio exterior de RPDC, compensa a Pyongyang los efectos de la presión de EE.UU. Washington ya no es capaz de negarse del apoyo del gobierno de Corea del Norte, y sin eso con medidas no militares no podrá cambiar el régimen de Corea del Norte.
Curiosamente el "eje del mal" de América, además de Cuba, Irán y Corea del Norte hasta el año 2001 también incluía la India y Pakistán, que merecieron tal "honor" en mayo de 1998, después de sus pruebas nucleares. Las sanciones de Estados Unidos no asustaron a Delhi e Islamabad ya que los dos países el próximo año iniciaron las pruebas de misiles balísticos. Después del 11 de septiembre Bush canceló las medidas adoptadas por el predecesor a cambio del apoyo de la India y Pakistán de su cruzada contra el terrorismo internacional. Así es el doble juego con reglas que siempre cambian que son obligatorias para todos, excepto los Estados Unidos. Sin embargo, en el mundo hay cada vez menos dispuestos a sentarse en la misma mesa con el tramposo país "de barras y estrellas" y hasta cartas marcadas de sanciones económicas ya no ayudan a Washington "sacar tajada" del liderazgo mundial.
FBII
Irak que resultó influído por las sanciones de EE.UU. y el Consejo de Seguridad de la ONU en agosto de 1990 plenamente comprendió lo que significa caer en la esfera de los intereses nacionales de los Estados Unidos. Contra Bagdad fue introducido el embargo de suministro de armas a excepción de una lista limitada de alimentos y medicinas. La falta de estas últimas condujo a la muerte de cerca de medio millón de niños en Irak. Cuando se supo sobre este horrible hecho, los periodistas le preguntaron al actual Secretario de Estado de EE.UU. Madeleine Albright, si no eran demasiado duras las sanciones de Estados Unidos. En respuesta ellos oyeron una revelación cínica: "¡La muerte de 500.000 niños iraquíes era el precio a pagar por el debilitamiento del régimen de Saddam Hussein!". Sin embargo las sanciones económicas brutales eran impotentes contra el dictador iraquí, y Estados Unidos junto con sus aliados han recurrido al argumento extremo militar. No es de extrañar que la señora Albright solía repetir: "¿ Para qué tener un excelente ejército, como lo afirman todos, si no podemos usarlo?"
Sin embargo, Irak no es el ejemplo más elocuente de la política de los estándares dobles y de la creciente incapacidad de los Estados Unidos de lograr sus objetivos a través de sanciones.
La República de Cuba por más de medio siglo se encuentra en un intenso bloqueo político y económico de los Estados Unidos, pero todavía sigue viva y socialista y bajo el poder de Castro inmarcesible. Y esto a pesar de que, según el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba Bruno Rodríguez Parrilla, durante cincuenta años el embargo de EE.UU. ha causado daños a la economía del país de 1,1 billones de dólares. En la época de la guerra "fría" soportar la presión de Washington y sobrevivir en La Habana ayudaba Moscú y otros países del bloque del Este. Pero incluso tras quedarse sóla la Isla de la Libertad no capitula, desarrolla activamente el negocio de turismo, encuentra inversiones extranjeras y logra anular las sanciones injustas.
Es demostrativo que en la última Asamblea General de la ONU donde se discutió este tema, "por" la prolongación del embargo estuvieron sólo dos países, los Estados Unidos e Israel. La posición unánime de la comunidad internacional obligó a la Casa Blanca a hacer una declaración de que el gobierno de EE.UU. puedeactuar en los interéses de Cuba. Por supuesto, la Casa Blanca de un solo golpe no puede remover las cadenas oxidadas del bloqueo sin perder la cara. Así que Barack Obama tiene que cubrir esta derrota moral con una frase escandalosa: "La generación joven de políticos estadounidenses y estadounidenses de origen cubano es probablemente más abierta para la búsqueda de "nuevos mecanismos" para lograr cambios en la isla". Mientras tanto, los Estados Unidos con un pragmatismo puramente capitalista se benefician de las sanciones contra Cuba. Por el desarrollo de relaciones comerciales con La Habana las autoridades estadounidenses sólo en los últimos 10 años han multado sus empresas y empresas extranjeras por un total de $ 2,4 mil millones.
El presupuesto de EE.UU. ha recibido beneficios directos e indirectos de las sanciones contra la República Islámica de Irán adoptadas en 1979. Ellos no dieron ni un paso más cerca al objetivo principal de America de debilitar o derrocar al gobierno de los ayatolás, pero ayudó a llenar los bolsillos de docenas de empresas estadounidenses y demostrar al mundo la esencia podrida y sin principios de la política exterior de EE.UU. Subió el velo de las estafas "iraníes" de la Casa Blanca el escándalo "Irán-Contra" de 1986. ¡En aquel entonces a la prensa fluyeron los detalles del pacto secreto bajo el cual la administración de Ronald Reagan, en violación de su propio embargo, suministraba armas a Teherán, y en contra de la prohibición del Congreso de EE.UU., enviaba el dinero recibido para el apoyo de los rebeldes nicaragüenses (Contras)! Bill Clinton también ha contribuido. Durante su presidencia en el régimen de sanciones "contra Irán" apareció un vacío legal que permitía a las compañías estadounidenses comprar y revender el petróleo iraní. El 42 Presidente de los Estados Unidos ha probado esta técnica en Sudán donde a pesar de las sanciones económicas impuestas por Washington, Occidental Petroleum de EE.UU. con el apoyo de la Casa Blanca sin obstáculos extraía y transportaba el petróleo sudanés. Un artículo en Washington Post ayudó a revelar estas maquinaciones, después de lo cual Occidental tuvo que abandonar Sudán.
En diciembre del 2010 otro periódico The New York Times informó de que las autoridades estadounidenses que sin descanso exhortaban a la comunidad internacional a las brutales sanciones contra Teherán, al mismo tiempo, ayudó a "sus" empresas a ganar miles de millones de dólares en negocios con Irán. Resultó que precisamente las empresas estadounidenses han financiado la tubería para el gas iraní a Europa y el comercio de EE.UU. e Irán que no tienen ningunas relaciones oficiales sólo en el primer semestre de 2010 ascendió a $ 151 millones.
La inmoralidad de EE.UU. en esta cuestión fundamental como el cumplimiento de sus propias reglas de juego, desencadena las manos a otros países y permite a Irán a eludir las sanciones económicas. China está comprando activamente el petróleo de Irán , que se vende directamente desde los camiones cisternas en las aguas territoriales de Indonesia , lo que da la posibilidad de evadir las sanciones. Los vecinos más cercanos Turquía e Irak ayudan a Teherán a adquirir divisas y oro para apoyar el curso del rial iraní. Barack Obama , al no ser capaz de obligar a Irán a abandonar su programa nuclear, está obligado a hablar de la posibilidad de negociaciones directas: "Los obstáculos en este camino pueden ser demasiado grandes, pero estoy firmemente convencido de que debemos intentar el camino de esfuerzos diplomáticos".
La cuestión nuclear se ha convertido en un pretexto para Washington para imponer sanciones económicas contra Corea del Norte. Pero la impotencia de EE.UU. es evidente y en esta parte del mundo. La frontera común con China que representa dos tercios del volumen del comercio exterior de RPDC, compensa a Pyongyang los efectos de la presión de EE.UU. Washington ya no es capaz de negarse del apoyo del gobierno de Corea del Norte, y sin eso con medidas no militares no podrá cambiar el régimen de Corea del Norte.
Curiosamente el "eje del mal" de América, además de Cuba, Irán y Corea del Norte hasta el año 2001 también incluía la India y Pakistán, que merecieron tal "honor" en mayo de 1998, después de sus pruebas nucleares. Las sanciones de Estados Unidos no asustaron a Delhi e Islamabad ya que los dos países el próximo año iniciaron las pruebas de misiles balísticos. Después del 11 de septiembre Bush canceló las medidas adoptadas por el predecesor a cambio del apoyo de la India y Pakistán de su cruzada contra el terrorismo internacional. Así es el doble juego con reglas que siempre cambian que son obligatorias para todos, excepto los Estados Unidos. Sin embargo, en el mundo hay cada vez menos dispuestos a sentarse en la misma mesa con el tramposo país "de barras y estrellas" y hasta cartas marcadas de sanciones económicas ya no ayudan a Washington "sacar tajada" del liderazgo mundial.
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