"El fondo de radiación en el desierto de Carolina del Norte no supera la norma y sigue representando un peligro mortal para los seres humanos. Bandos de mutantes que son descendientes de víctimas de la explosión nuclear continúan causar estrago en los barrios pobres de Washington y Nueva York ".
Este tipo de noticias apocalípticas podrían verdaderamente ser una realidad de hoy si hubiera un desastre nuclear del cual las autoridades de EE.UU. callaban durante casi medio siglo. Un conocido periodista estadounidense Eric Schlosser ecribiendo el libro sobre las armas nucleares se ha asombrado de ver cuantas veces los Estados Unidos y trás él todo el mundo estaba cerca de una catástrofe nuclear. Schlosser reveló en los archivos los certificados de cientos de accidentes graves e incidentes relacionados con armas nucleares estadounidenses. Y los documentos recientemente desclasificados muestran que en 1961 los EE.UU. estaba a borde de quizás la más ambiciosa de las catástrofes reales y potenciales.
Según la historia oficial, la noche del 23 al 24 de enero de 1961 el comandante del bombardero estratégico nuclear B- 52G Stratofortress de las Fuerzas Aéreas de EE.UU. que realizaba una tarea regular de patrullamiento de la Costa Este, descubrió una fuga del tanque de combustible. Le encargaron ir al aterrizaje en su aeródromo, la base aérea de las Fuerzas Aéreas Seymour Johnson cerca de Goldsboro . Sin embargo, camino a "casa" a unos 3 kilómetros el bombardero fue en picada y comenzó a derribarse. Dos miembros de la tripulación no han podido salir del avión que caía y murieron junto con él. Otro piloto se estrelló al aterrizar con un paracaídas , cinco sobrevivieron .
Además, se sabía que durante la destrucción de B-52 del avión cayeron dos bombas de hidrógeno Mark 39. Una de ellas cayó una región poco habitada y se internó profundamente en el suelo, la segunda descendió en paracaídas. Ambos dispositivos fueron desactivados con éxito, nadie resultó herido.
Esta es toda la información sobre el incidente, que se conocía hasta el momento cuando Schlosser no reveló un informe desclasificado recientemente escrito 8 años después del incidente con Parker Jones, ingeniero jefe de los laboratorios nacionales Sandia que aquellos alos era responsable ante la Casa Blanca de la seguridad de las armas nucleares.
Resulta que las bombas que se encontraban a bordo del avión cada una de las cuales llevaba una carga útil de 4 megatones, durante el desastre se comportaban de manera muy diferente. La primera verdaderamente cayó en un aguazal mientras que la segunda en el proceso de abajamiento comenzó a entrar en un modo de batalla preparándose para la destrucción del "objetivo enemigo".
Después de que se abrió el paracaídas en la bomba de hidrógeno que 260 veces supera el poder del "Niño" se activó el mecanismo de explosión nuclear. Mark 39 caía para derribar Carolina del Norte y cubrir con una nube radiactiva a Washington, Baltimore, Filadelfia, Nueva York y luego hacia el norte-este. Destruir a millones de estadounidenses y por décadas convertir en un desierto inhabitable la mayor parte de la costa este de EE.UU.
El desastre nuclear que por cientos de veces supera las consecuencias de Hiroshima y Nagasaki juntas se pudo evitar sólo gracias a una casualidad feliz. De acuerdo con una investigación, de cuatro mecanismos de seguridad que impedía una detonación no deseada y una explosión espontánea, tres no funcionaron. Funcionó sólo el último dispositivo de seguridad. Precisamente él apagó la alimentación de la ojiva los que ayudó a salvar EE.UU. de un catástrofe inminente.
Característicamente, a pesar de que este informe, el gobierno de EE.UU. ha negado en repetidas ocasiones y públicamente que su arsenal nuclear jamás se haya creado una amenaza para las vidas de los estadounidenses. Autoridades de Estados Unidos han admitido que en los cielos de incidente Carolina del Norte asociado con bombas de hidrógeno, pero nunca publicado información de lo peligroso que era aquella situación.
"El gobierno de EE.UU. sistemáticamente oculta la información del pueblo estadounidense para no responder a las preguntas sobre nuestra política nuclear, declaró Schlosser. Nos siguen contando acerca de la garantía absoluta de que estas armas nunca van a disparar accidentalmente. Pero aquí les presentamos un caso real, cuando esto estaba a punto de suceder".
Si esta bomba hubiera explotado... Se desconoce cómo reaccionarían en esta situación los servicios de disuasión nuclear de Estados Unidos. Tres días antes de este incidente John F. Kennedy pronunció su discurso inaugural como presidente de los Estados Unidos. La Guerra Fría entre la URSS y los Estados Unidos llegaba a su punto más alto, quedaba sólo un año antes del inicio de la crisis de los misiles de Cuba. Con mucha probabilidad se puede suponer que la destrucción de cientos de miles de personas y la transformación de una parte del territorio de los EE.UU. en un desierto inhabitable se puede explicar por un ataque de la Unión Sovietíca . Y qué la mejor manera de "ocultar" el hecho de que este desastre es resultado de propios errores es tomar represalias contra la URSS.
Mientras tanto , evitando milagrosamente un desastre nuclear, los Estados Unidos continuaban construyendo su arsenal nuclear hasta la firma en 1972 del acuerdo SALT -I. A partir de entonce , el número de cabezas nucleares se mantenía estable, pero a los expertos comienza les preocupa el problema de envejecimiento de la infraestructura nuclear. Durante los últimos 40 años el arsenal nuclear se ha empeorado bastante y para una catástrofe monstruosa ahora ya no se necesita un B- 52. Una mínima defectuosidad de la técnica que ya ha servido unas varias décadas y ... el fondo radioactivo del desierto Carolina del Norte será peligroso hasta la muerte para los seres humanos .
FBII