La historiografía tradicional de la II Guerra Mundial pinta una imagen en la que los EE.UU. luchaban valientemente contra Alemania y sus aliados, lanzando esfuerzos enormes para luchar contra el enemigo. La situación era un poco diferente. Los ricachones de EE.UU. y sus amigos fieles en el gobierno desde hace mucho tiempo no podían olvidar a su aliado fiel de los tiempos de pre-guerra, a Hitler.
En 1931 la periodista estadounidense Annetta Entona de Detroit News tomaba una entrevista del líder nuevo de Alemania Adolf Hitler. Encima de la mesa de trabajo del nacista principal la periodista notó el retrato de unos de los principales empresarios de automóviles estadounidenses Henry Ford. En respuesta a la sorpresa de Annette Hitler contrstó sinceramente: "Para mí Henry Ford es mi inspirador".
No es una casualidad que Ford estaba entre los ídolos del fuhrer. Presisamente gracias a Ford y varios ricachones de EE.UU. se produjo el aumento oculto del potencial militar de Alemania. En los años de pre-guerra la economía del Reich crecía rápidamente.
Puede que uno de los representantes más típicos del negocio estadounidense y al mismo tiempo gran amigo de Hitler es Henry Ford el mayor. Siendo uno de los principales activistas del mercado estadounidense Henry Ford realizaba un gran apoyo financiero al Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán. En agradecimiento el fuhrer no sólo colgó su retrato en su residencia de Munhen pero también con gran admiración escribía de Ford en su libro "Mi lucha". En respuesta Ford anualmente felicitaba "a su amigo aleman" con motivo de cumpleaños, y le hacía un "regalo" del precio de 50 000 reichsmarkos.
Antes del inicio de la guerra la gente de Hitler recibió de filiales en Alemania Bélgica y Francia 65 mil camiones. Además, filial de Ford en Suiza reparó miles de camiones alemanes. También reparaba el autotransporte aleman una filial suiza de otro gigante estadounidense General Motors que era el mayor depositario de la compañía alemana "Opel" colaborando con ella con éxito toda la guerra y recibiendo dividendos significativos. ¡Pero Ford estaba fuera de la competencia!
Según el historiador militar estadounidense Henry Schneider, Ford le ayudaba a los alemanes a recibir caucho que era de necesidad vital para la industria alemana. Además antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial el propietario del gigante de automóviles de EE.UU. suministraba equipos militares a Hitler por lo que en honor del aniversario de 75 años de Ford fuhrer le entregó la mayor condecoración del Tercer Reich para los extranjeros "La gran cruz del Aguila Aleman".
El cónsul aleman hasta hizo un viaje a Detroit para personalmente colgarle la Cruz de oro con свастикой al pecho de Ford. Ford fue muy feliz de recibir este regalo. Al almuerzo de celebración organizado el día del aniversario el 30 de julio de 1938 asistieron más de 1500 ciudadanos de Deotroit más ricos.
Y hasta al comenzar la Segunda Guerra Mundial Ford no terminó la colaboración con los nacistas. En 1940 Ford se negó a hacer los motores para aviones de Inglaterra que estaba en guerra con Alemania mientras que en la ciudad francesa Poissy su nueva fábrica empezó a producir motores de aviones, camiones y coches para el ejército de Hitler. Después del año 1941 la filial de Ford seguía produciendo camiones para el wehrmacht en Francia ocupada y su otra filial en Algeria, suministraba camiones y automóviles blindados al genera de Hitler Rommel. Hasta en abril de 1943 cuando la Uniín Soviética llevaba бои sangrientos con la gente de Hitler, las filiales francesas de Ford trabajaban exclusivamente para el beneficio de Alemania. Los automóviles de carga y los coches eran el transporte militar principal del wermacht. La cuestión principal de la compañía quedaba la de ganancias que intentaban recibir de cualquier manera. A finales de la guerra la aviación de los aliados bombardeó la fábrica de Possy, mientras que no tocó una fábrica igual en Keln de Alemania aunque casi toda la ciudad antigua fue destruída. Lo que interesa es que después de la guerra la compañía Ford igual que su competidor potente General Motors gracias a los esfuerzos de abogados grandes consiguieron del gobierno de EE.UU. una compensación "por el daño a su propiedad en el territorio del enemigo".
"Ford" no era la única corporación de EE.UU. que tomó parte en creación de la máquina de guerra alemana. Para el momento de comienzo de la Segunda Guerra Mundial, los depósitos totales de empresas estadounidenses en sus sucursales y oficinas alemanas llagaron a $ 800 millones. Los dépositos de Ford eran de 17,5 millones, de Standard Oil de New Jersey (que ahora se denomina Exxon) de 120 millones de dólares, de General Motors de millones, de ITT de 30 millones.
Por lo tanto, para la aviación del Reich, las empresas estadounidenses han suministrado miles de motores de aviación y lo que es más importante, licencias para su producción. Por ejemplo, los motores de BMW "Hornet", con los que estaba equipado el avión de transporte de masa de Alemania "Junkers Ju 52" se producían bajo licencia de la compañía estadounidense Prat & Whitney.
General Motors en Alemania era propiedad de Opel. En las fábricas de esta empresa se producían los vehículos blindados del Reich así como casi el 50% de trenes de potencia de bombarderos de Junkers-88. En 1943, la filial alemana de General Motors ha desarrollado e iniciado la producción de motores para Messerschmitt-262 que fue el primer avión de combate de Luftwaffe.
La compañía IBM durante la Segunda Guerra Mundial logró triplicar su capital. Una gran parte de él fue recibida mediante la colaboración con Hitler. Las máquinas de calcular suministradas por la filial alemana permitieron a los nacistas realizar un censo de la población de países ocupados en unos plazos muy cortos y determinar la cantidad de personas a ser arrestadas (el equipo mediante el método de análisis transversal permitía identificar incluso a aquellos judios que desde hace varias generaciones ocultaban cuidadosamente su origen). IBM suministraba sus máquinas de calcular, repuestos y papel especial a muchos departamentos del Reich, entre ellos a los campos de concentración.
Por supuesto, en las palabras, el gobierno de EE.UU. también impedía a la colusión de empresas estadounidenses con los nazis. Por ejemplo, durante la guerra, se aprobó la ley "Acto de colaboración con el enemigo" (Trading with the enemy act) que preveía medidas punitivas severas por dicha cooperación. Pero, de hecho, muchos grupos de presión enviados por ricachones a todos escalones de gobierno les ayudaban a evadir cualquier obstáculos.
El jurista estadounidense James Martin que actuaba entre otros en contra de la práctica cooperación económica con el enemigo en su libro "La Hermandad del negoci" escribía: "En Alemania no nos molestaban los empresarios alemanes sino los estadounidenses. Los que nos obstaculizaban actuaban desde los Estados Unidos, pero actuaban abiertamente. No nos molestaba ninguna ley aprobada por el Congreso, ninguna de las ordenes del presidente de EE.UU. o de uno de los miembros del gabinete sobre los cambios del curso político. En resumen, formalmente no nos molestaba el "gobierno". Pero evidentemente la fuerza que nos impedía sostenía en sus manos las palancas con la ayuda de las cuales por lo general operan los gobiernos. Ante el creciente poder económico los gobiernos están relativamente impotentes y esto por supuesto que no representa nada nuevo".
¡Incluso después de que Alemania declaró la guerra a los Estados Unidos, una serie de grandes empresas de Estados Unidos con la complicidad completa de la Casa Blanca siguió colaborando con Hitler!
La corporación de petróleo Standard Oil de Nueva Jersey (Exxon) suministró a los nazis gasolina y lubricantes por un total de $ 20 millones. Hasta el desembarco de las tropas estadounidenses en Francia la flota petrolera de España "neutral" ha trabajado casi exclusivamente para las necesidades de Wehrmacht, suministrándole "oro negro", formalmente destinado a Madrid. HAsta en los primeros meses de 1944 Alemania re-exportaba de España 48 000 toneladas por mes.
Lo mismo ocurría y con las otra materia prima estratégicas, con el caucho. Cuando los Estados ya no podían abastecer a su propio ejército de materias primas, en particular de caucho sintético, Standard Oil firmó hizo un acuerdo con Alemania de Hitler. Según el acuerdo, la empresa se comprometió a realizar suministros regulares de regular de materia prima, combustible y caucho más allá del océano, a Alemania, Italia y Austria. Al final, el Ejército de EE.UU. se quedó sin nada porque el abastecimiento de materias primas necesarias fueron planeados por el clan Rockefeller a 8 años más adelante. Cuando los EE.UU. entraron en la Segunda Guerra Mundial el gobierno de EE.UU. se vio obligado a negociar con una oficina británica falsa que vendía caucho y otros recursos necesarios, adquiridos a empresas alemanas, que a su vez los comprban q Rockefeller. Por lo tanto, cuando los estadounidenses a través de terceros adquirían sus mismas materias primas, Standard Oil recibía extra ganancias de una y de la otra parte.
En 1942 en los Estados Unidos se estalló un pequeño escándalo porque Standard Oil redujo deliberadamente los suministros de metanol para el Ejército de los EE.UU.. El metanol se utilizaba para la producción de lubricantes a base de gas natural (necesarios para la aviación durante vuelos a grandes altitudes), ácido acético (uno de los componentes de explosivos) y caucho sintético. Por último, en 1943, los Rockefeller en Francia ocupada, han vendido 25 000 toneladas de sulfato de amonio (unp de los componentes de explosivos) y 10 000 toneladas de algodón, a pesar de que la falta de estos bienes se sentía profundamente en Estados Unidos.
Además desde el extranjero los alemanes recibían caucho sintético y, por supuesto, una gran cantidad de piezas para industrias de aviación y de automóviles y para tanques. Un valor especial representaban las 1100 toneladas de volframio obtenidos por Alemania de Estados Unidos durante la guerra . Se sabe que el volframio era un ingrediente clave en la fabricación de depósitos anti-tanque y equipos de industria electrónica.
La historia oscura fue asociada con el consorcio SKF que es el mayor fabricante del mundo de rodamientos de bolas. Mientras que los partidos gigantes de rodamientos de bolas (más de 600 000 al año) se dirigían a través de América del Sur a clientes nazis, Curtiss-Wright aviation corporation que fabricaba motores para las Fuerza Aéreas de EE.UU., durante largo tiempo no recibía de SKF los tan necesarios rodamientos. Prat & Whitney, un otro fabricante de motores de aviones a causa de las interrupciones de suministro de rodamientos de bolas de SKF también se vió obligado a reducir volumenes de producción. Debido a piezas desgastadas los aviones sufrían accidentes, la gente moría, algunas de las nuevas máquinas hasta no lograban subir al aire, pero SKF estaba interesada sólo en obtener ganancias, mientras que los alemanes estaban pagando más.
Cuando el14 de octubre de 1943 el comandante del Ejército de aviación de EE.UU. el general Henry Arnold ordenó realizar un ataque aéreo sobre la planta de rodamientos de bolas de SKF en Schweinfurt de Alemania, el enemigo de alguna manera supo sobre la operación y fue capaz de preparar la defensa y al final derribó 60 aviones estadounidenses. El 19 de octubre Arnold sin ningun problema declaró a News Chronicle de Londres: «No hubieran sido capaces de organizar la defensa, si no hubieran sido advertidos de antemano". Creo que no es necesario explicar quien había advertido la filial alemana.
Las empresas estadounidenses han ayudado al Reich y con el desarrollo militar. En medio de la guerra, los especialistas de la corporación telefónica "International Telephone Telegraph" controlada por los Morgan colaboraban con sus colegas alemanes en el territorio de Suiza, tniendo una protección perfecta por parte de servicios secretos de Alemania. Uno de los accionistas de ITT era el jefe del Servicio de inteligencia del Servicio de seguridad Walter Schellenberg. Y el jefe de ITT coronel Ben Sostenes en el apogeo de la guerra ayudaba a los nazis a mejorar las bombas aéreas guiadas. Con la ayuda de estas bombas los alemanes brutalmente devastaban Londres, hundieron o dañaron un gran número de barcos, entre los cuales, irónicamente, también se encontraban los estadounidenses, por ejemplo, el crucero estadounidense "Savannah".
Cuando en el proceso de Núremberg sentenciaban al presidente de "Reichsbank" y al ministro de Economía Hjalmar Schacht él hizo recordar de conexiones de "Opel" con "General Motors" y él ofreció a procesar a los capitanes del negocio estadounidense. Por supuesto, la oferta no fue aceptada.
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