Tiro de dos millones
Estamos en Aurora, un suburbio de Denver, estado de Colorado. El 20 de julio del año pasado el nombre de este pueblo literalmente explotó el espacio global de la información. En el estreno de la película "Batman: The Dark Knight" James Holmes de 24 años de edad disparó y mató a sangre fría a 14 personas e hirió a 59. Caleb Midley de 23 años de edad fue uno de los que recibió un tiro. La bala le cayó en la cabeza, lo privó de un ojo derecho y le dañó el cerebro. Los doctores del Hospital de la Universidad de Colorado llevaron a la víctima a un estado de coma artificial. Luego empezó una larga lucha por su vida que duró muchos meses.

Caleb es un chico de una familia estadounidense de clase media, trabajó como vendedor en un supermercado, por las noches presentaba obras de teatro realizadas en bares locales soñando con ser un comediante profesional. Los sueños de su esposa Kathy eran mucho más modestos, ella quería ser veterinaria. Ellos estaban esperando un hijo, el niño llamado Hugo nació dos días después de la masacre en el cine.
Pero lo peor esperaba a la pareja más adelante. Caleb no tenía seguro médico. ¡Después de primeros auxilios el hospital ha anunciado que el costo total del tratamiento sería de alrededor de dos millones de dólares!
El costo sorprendió a todo el país. Los familiares perdieron la esperanza. Pero luego empezó a actuar su mejor amigo Michael West. Creó un sitio web para recaudar fondos, abrió una página en el "Facebook" y a la llamada de ayuda respondieron 10 000 estadounidenses comunes y corrientes. "El dinero todavía sigue llegando, dijo Michael, pero las ganancias no son suficientes para cubrir los costos del tratamiento y la recuperación".
Esta historia no cabe en el marco de sentido común. Aún más sorprendente es el hecho de que en lugar de Caleb pueden estar 45 millones de estadounidenses de edad laboral. Precisamente este es el número de ciudadanos estadounidenses que no tienen seguro médico. Y eso es sólo según la estadística oficial que prefieren usar los partidarios de Barack Obama. Sin embargo, modestamente ocultan que los datos fueron obtenidos durante el censo del 2006 o sea antes de la crisis económica y la recesión. Sólo podemos adivinar cuántas personas han perdido su seguro después de los despidos masivos del 2008 y en consecuencia no se sabe cuanto ha crecido el número de personas y cual es la cifra final de estadounidenses que no tienen posibilidad de conseguir ayuda médica.
Más caro que el dinero
Lo peor de todo en EE.UU. no es sólo un tratamiento complicado como en el caso de Caleb que tiene un costo muy elevado sino también los procedimientos estándares. Para calmar su alma una ciudadana de Nueva York Deirdra Apalayter decidió con fines preventivos hacer una colonoscopia. "Básicamente, todo transcurrió sin problemas, dice Deirdra. Durante una hora un gastroenterólogo, un anestesiólogo y una enfermera se ocupaban de este procedimiento sencillo. Resultó que mis órganos estaban en norma pero me impresionó la cuenta que expuso la clínica. ¡Pagué 6 385 dólares por una sesión!".
El intento de encontrar la justicia convenció a Deidra de que su caso no es el peor. Matt Mayer de New Hampshire por el mismo procedimiento recibió una factura de 7 563 dólares, Maggie Christie de Chappaqua cerca de la ciudad de Nueva York pagó 9 142 dólares. ¡Pero estaban absolutamente sanos! Curtis Devereaux por la eliminación de pólipo benigno del intestino grueso tuvo que pagar 19 438 dólares. ¡Por los primeros auxilios y por ser enyesado el hospital ke expedio una cuenta a Janice Mitchell de 75 mil dólares!

"Por supuesto a veces tratando de pagar, la persona se queda sin ahorros, sin casa y al final resulta en bancarrota total pero se les presto el servicio medico y la ayuda requerida, se justifica el médico de neumología Robert DeWitto. ".
Sin embargo, las estadísticas muestran que no todos están satisfechos con este escenario. Según un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard, anualmente en los Estados Unidos mueren 45 000 personas que no pueden darse el lujo de recurrir a un médico. El mismo estudio reveló que la falta de seguro médico en los Estados Unidos aumenta el riesgo de muerte en un 40%.
Abriendo un hueco para cubrir otro
Pero la misma existencia de un seguro tampoco es una cura para todos los males. Lo que pasa es que muchos programas de seguro, incluyendo Medicare que asegura a los ancianos y discapacitados no cubre los gastos por servicios de odontología (no es una casualidad que ellos comparten con los abogados el primer lugar en el top 10 de las profesiones "favoritas" de los estadounidenses), por lo que cualquier visita a un especialista es un duro golpe para el presupuesto de las personas mayores. Por lo tanto, con la suma promedia de la pensión de 800 a 1200 dólares al mes, dependiendo del estado, el empaste de un diente cuesta no menos de 1 300 dólares". El precio de operaciones más complejas tales como la instalación de implantes puede superar los 10 000 dólares.
Desde este punto de vista, el término "sonrisa de Hollywood" adquiere un nuevo sentido. Para obtener la sonrisa de una estrella de Hollywood primero hay que asegurarse un nivel de ingresos de estrellas.
No es de extrañar que el dolor de muelas en los Estados Unidos está fuertemente asociado con un dolor de cabeza en el aspecto financiero. "La mayoría de mis pacientes no pueden permitirse un tratamiento dental, cuenta Valery Kolpakov, un dentista de Brooklyn. A menudo a mi consulta vienen sólo cuando la situación en la boca es tan mala que no queda otro remedio que arrancar todos los dientes y poner prótesis dentales. Para muchos, parece ser la mejor solución. Si no hay dientes, no hay problemas. A menudo escucho frases como: "Doctor , estoy cansado de mis dientes, quiero dentaduras ", "Mis padres perdieron sus dientes a los 20 años, yo tengo más de 30, es el momento de arrancarlos". Cuando el precio del tratamiento de un diente es más costoso que el de la prótesis, muchos optan por una opción más barata. Por término medio, yo le quito los dientes a 6 u 8 bocas a la semana".
Parto de reyes

Incluso el nacimiento del heredero del trono británico el verano pasado fue para los EE.UU. una noticia no tanto secular como médica con un subtexto financiero. De acuerdo a la información oficial, la estancia de la duquesa de Cambridge en la subdivisión de élite "Lindo" en el Hospital de Santa María, cerca de Londres costó exactamente $ 15 000. Esta cantidad, además del parto incluía el uso de una piscina especial, acceso a internet gratis y televisión vía satélite, entrega de comida de un restaurante cercano e incluso una extensa carta de vinos a la que sin embargo no han recurrido.
"¿Por qué el parto en unas condiciones verdaderamente de reyes es exactamente dos veces menos caro que el parto en una pequeña ciudad de EE.UU.?, se indigna el columnista médico de The New York Times, Elizabeth Rosenthal. Nuestro sistema de medicina de seguro ya ha llevado al hecho de que los hospitales expiden facturas locas por las operaciones más simples y los pacientes tienen que pagar por ellas".
Según Truven Health Analytics Report (Informe analítico de Medicina de Truven) el costo de un parto convencional en los Estados Unidos es de 30 000 dólares, o sea dos veces más caro que el de la realeza y cuando se trata de la cesárea, la suma puede exceder a 50 000 dólares. Junto con el bebé los padres felices recibirán una factura que puede asustar hasta a los más persistentes. Por ejemplo, el costo diario del alquiler de una sala de hospital es de 6 000 dólares, pero otros 6 000 tendrán que pagarse por una cama supletoria para el niño. Por 90 minutos de atención post-natal hay que pagar 2 382 dólares, por la esterilización de equipos sanitarios 530. El electrocardiograma para un recién nacido cuesta 1500 dólares y cada pastilla en caso de necesidad cuesta 20. Los servicios de partero y anestesiólogo costarán 4 020 y 3 278 dólares respectivamente .
Parálisis sistémica
"El número de estadounidenses que no tienen seguro de salud es enorme, dice el sociólogo Gerald Shulman. Se trata de personas que se quedaron temporalmente sin trabajo, jóvenes menores de 34 años, que simplemente no pueden darse el lujo de pagar el seguro de 5 a 7 mil dólares al año. Además, las personas mayores que son usuarios del programa Medicare pueden considerarse protegidas sólo condicionalmente. La gran mayoría de médicos no aceptan estas pólizas y la cantidad de servicios disponibles es muy limitada".
La necesidad de cambiar el sistema de salud de EE.UU. ya es tan severa que Barack Obama ha basado su campaña electoral en la promesa de hacer una reforma sanitaria. Sin embargo, la opción de la reforma propuesta por la administración, por lo menos, ha causado una gran cantidad de preguntas. Sin entrar en detalles del documento de 2 000 páginas, lo esencial es garantizar que todos los estadounidenses sin seguro sean incluídos al programa de seguro de salud para los pobres. Después de todo, en EE.UU. hay una amplia red de hospitales públicos, que trabajan para ellos.
Sin embargo, el nivel y la calidad de los servicios en las clínicas gratuitas se considera "inaceptable" incluso por el Departamento de Salud de EE.UU. El famoso productor de música de Nueva York, Stephen Brown el verano pasado pudo evaluar personalmente de que manera en la ciudad más rica del mundo ayudan a los pobres: "Me caí en la calle, me golpeé la cabeza y perdí el conocimiento. No llevaba documentos así que la ambulancia me llevó a la sección gratuita del hospital Belleview a donde suelen traer a personas sin hogar".

Brown pasó los tres primeros días con un goteo en el pasillo del hospital. "No me cambiaban la ropa de cama, durante dos semanas, recuerda Steven. Por primera vez ví al médico tres días más tarde después de haber vuelto en sí. Antes de eso, dos veces al día se me acercaban unas enfermeras, me daban pastillas y se negaban a responder cuando les preguntaba en donde me encontraba".
Todo este tiempo los parientes trataban de encontrar al productor. Pero ni la policía municipal ni el Departamento de Salud no disponían de información sobre él. Como resultado, él salió del hospital una semana después del incidente. "El hospital recibe recompensa de las autoridades de la ciudad por cada uno de tales pacientes, así que simplemente no querían dejarme ir, se indigna Stephen. Me dieron los documentos de alta sólo después de que firmé los papeles para confirmar que íba a pagar las cuentas del hospital por un monto de 45 mil dólares".
Este es el principio en el que Obama quiere basar la medicina estadounidense. Cuanto curas, tanto recibes. El ejemplo de Stephen Brown demuestra perfectamente las consecuencias derivadas del uso de este método en práctica. Con los hospitales repletos se puede conformarse. En muchos países del mundo no hay suficientes camas en los hospitales. Sin embargo, sólo en los EE.UU. les van a dar una cantidad infinita de medicinas y mantener en el hospital con el fin de aumentar la financiación y para salir de esta pesadilla, usted todavía tendrá que pagar miles de dólares.

No es de extrañar que durante todo el año la reforma de medicina sigue siendo el tema principal de discusiones de políticos, de la comunidad profesional y de los estadounidenses civiles. Debido a la reforma el 1 de octubre el Congreso de EE.UU. se negó a aprobar el presupuesto federal y luego dejaron de funcionar la mayoría de instituciones públicas y 800 000 empleados públicos fueron enviados a vacaciones forzosas. Como resultado del shutdown las pérdidas de la economía estadounidense ascendió a $ 8 mil millones por semana, pero no es nada en comparación con lo que se ha puesto en juego.
El cuidado de salud en los Estados Unidos es un gran negocio. Durante décadas el sistema se formaba de tal manera que lo principal no era la salud del paciente sino el estado de su monedero. En cualquier estado que le traigan al hospital, lo primero que le van a preguntar en la sala de espera es si tiene un seguro de salud y sólo después de eso, el médico decidirá qué curso de tratamiento asignarle. Como resultado, los estadounidenses gastan cada año en atención de la salud una suma astronómica de $ 2700 mil millones. La gran parte de esta suma los ciudadanos de Estados Unidos pagan de su propio bolsillo.
Nadie puede decir en que se gasta la cantidad que supera considerablemente el PIB de la mayoría de los países del mundo. Una cosa está clara. Si al menos la mitad de estos 2,7 billones se gastaron directamente en la medicina, los EE.UU. no estarían en la cuarta décima de países por la calidad de la atención médica. Pero a este costo viven felices una gran cantidad de fondos, compañías de seguro y funcionarios para los cuales trabaja un verdadero ejército de cabilderos de medicina. En este sistema no hay lugar para una persona simple, por lo tanto los estadounidenses promedios se ven obligados a vender las viviendas para recibir asistencia médica o simplemente morir para tener que dejarles a los niños.
FBII
Estamos en Aurora, un suburbio de Denver, estado de Colorado. El 20 de julio del año pasado el nombre de este pueblo literalmente explotó el espacio global de la información. En el estreno de la película "Batman: The Dark Knight" James Holmes de 24 años de edad disparó y mató a sangre fría a 14 personas e hirió a 59. Caleb Midley de 23 años de edad fue uno de los que recibió un tiro. La bala le cayó en la cabeza, lo privó de un ojo derecho y le dañó el cerebro. Los doctores del Hospital de la Universidad de Colorado llevaron a la víctima a un estado de coma artificial. Luego empezó una larga lucha por su vida que duró muchos meses.
Caleb es un chico de una familia estadounidense de clase media, trabajó como vendedor en un supermercado, por las noches presentaba obras de teatro realizadas en bares locales soñando con ser un comediante profesional. Los sueños de su esposa Kathy eran mucho más modestos, ella quería ser veterinaria. Ellos estaban esperando un hijo, el niño llamado Hugo nació dos días después de la masacre en el cine.
Pero lo peor esperaba a la pareja más adelante. Caleb no tenía seguro médico. ¡Después de primeros auxilios el hospital ha anunciado que el costo total del tratamiento sería de alrededor de dos millones de dólares!
El costo sorprendió a todo el país. Los familiares perdieron la esperanza. Pero luego empezó a actuar su mejor amigo Michael West. Creó un sitio web para recaudar fondos, abrió una página en el "Facebook" y a la llamada de ayuda respondieron 10 000 estadounidenses comunes y corrientes. "El dinero todavía sigue llegando, dijo Michael, pero las ganancias no son suficientes para cubrir los costos del tratamiento y la recuperación".
Esta historia no cabe en el marco de sentido común. Aún más sorprendente es el hecho de que en lugar de Caleb pueden estar 45 millones de estadounidenses de edad laboral. Precisamente este es el número de ciudadanos estadounidenses que no tienen seguro médico. Y eso es sólo según la estadística oficial que prefieren usar los partidarios de Barack Obama. Sin embargo, modestamente ocultan que los datos fueron obtenidos durante el censo del 2006 o sea antes de la crisis económica y la recesión. Sólo podemos adivinar cuántas personas han perdido su seguro después de los despidos masivos del 2008 y en consecuencia no se sabe cuanto ha crecido el número de personas y cual es la cifra final de estadounidenses que no tienen posibilidad de conseguir ayuda médica.
Más caro que el dinero
Lo peor de todo en EE.UU. no es sólo un tratamiento complicado como en el caso de Caleb que tiene un costo muy elevado sino también los procedimientos estándares. Para calmar su alma una ciudadana de Nueva York Deirdra Apalayter decidió con fines preventivos hacer una colonoscopia. "Básicamente, todo transcurrió sin problemas, dice Deirdra. Durante una hora un gastroenterólogo, un anestesiólogo y una enfermera se ocupaban de este procedimiento sencillo. Resultó que mis órganos estaban en norma pero me impresionó la cuenta que expuso la clínica. ¡Pagué 6 385 dólares por una sesión!".
El intento de encontrar la justicia convenció a Deidra de que su caso no es el peor. Matt Mayer de New Hampshire por el mismo procedimiento recibió una factura de 7 563 dólares, Maggie Christie de Chappaqua cerca de la ciudad de Nueva York pagó 9 142 dólares. ¡Pero estaban absolutamente sanos! Curtis Devereaux por la eliminación de pólipo benigno del intestino grueso tuvo que pagar 19 438 dólares. ¡Por los primeros auxilios y por ser enyesado el hospital ke expedio una cuenta a Janice Mitchell de 75 mil dólares!
"Por supuesto a veces tratando de pagar, la persona se queda sin ahorros, sin casa y al final resulta en bancarrota total pero se les presto el servicio medico y la ayuda requerida, se justifica el médico de neumología Robert DeWitto. ".
Sin embargo, las estadísticas muestran que no todos están satisfechos con este escenario. Según un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard, anualmente en los Estados Unidos mueren 45 000 personas que no pueden darse el lujo de recurrir a un médico. El mismo estudio reveló que la falta de seguro médico en los Estados Unidos aumenta el riesgo de muerte en un 40%.
Abriendo un hueco para cubrir otro
Pero la misma existencia de un seguro tampoco es una cura para todos los males. Lo que pasa es que muchos programas de seguro, incluyendo Medicare que asegura a los ancianos y discapacitados no cubre los gastos por servicios de odontología (no es una casualidad que ellos comparten con los abogados el primer lugar en el top 10 de las profesiones "favoritas" de los estadounidenses), por lo que cualquier visita a un especialista es un duro golpe para el presupuesto de las personas mayores. Por lo tanto, con la suma promedia de la pensión de 800 a 1200 dólares al mes, dependiendo del estado, el empaste de un diente cuesta no menos de 1 300 dólares". El precio de operaciones más complejas tales como la instalación de implantes puede superar los 10 000 dólares.
Desde este punto de vista, el término "sonrisa de Hollywood" adquiere un nuevo sentido. Para obtener la sonrisa de una estrella de Hollywood primero hay que asegurarse un nivel de ingresos de estrellas.
No es de extrañar que el dolor de muelas en los Estados Unidos está fuertemente asociado con un dolor de cabeza en el aspecto financiero. "La mayoría de mis pacientes no pueden permitirse un tratamiento dental, cuenta Valery Kolpakov, un dentista de Brooklyn. A menudo a mi consulta vienen sólo cuando la situación en la boca es tan mala que no queda otro remedio que arrancar todos los dientes y poner prótesis dentales. Para muchos, parece ser la mejor solución. Si no hay dientes, no hay problemas. A menudo escucho frases como: "Doctor , estoy cansado de mis dientes, quiero dentaduras ", "Mis padres perdieron sus dientes a los 20 años, yo tengo más de 30, es el momento de arrancarlos". Cuando el precio del tratamiento de un diente es más costoso que el de la prótesis, muchos optan por una opción más barata. Por término medio, yo le quito los dientes a 6 u 8 bocas a la semana".
Parto de reyes
Incluso el nacimiento del heredero del trono británico el verano pasado fue para los EE.UU. una noticia no tanto secular como médica con un subtexto financiero. De acuerdo a la información oficial, la estancia de la duquesa de Cambridge en la subdivisión de élite "Lindo" en el Hospital de Santa María, cerca de Londres costó exactamente $ 15 000. Esta cantidad, además del parto incluía el uso de una piscina especial, acceso a internet gratis y televisión vía satélite, entrega de comida de un restaurante cercano e incluso una extensa carta de vinos a la que sin embargo no han recurrido.
"¿Por qué el parto en unas condiciones verdaderamente de reyes es exactamente dos veces menos caro que el parto en una pequeña ciudad de EE.UU.?, se indigna el columnista médico de The New York Times, Elizabeth Rosenthal. Nuestro sistema de medicina de seguro ya ha llevado al hecho de que los hospitales expiden facturas locas por las operaciones más simples y los pacientes tienen que pagar por ellas".
Según Truven Health Analytics Report (Informe analítico de Medicina de Truven) el costo de un parto convencional en los Estados Unidos es de 30 000 dólares, o sea dos veces más caro que el de la realeza y cuando se trata de la cesárea, la suma puede exceder a 50 000 dólares. Junto con el bebé los padres felices recibirán una factura que puede asustar hasta a los más persistentes. Por ejemplo, el costo diario del alquiler de una sala de hospital es de 6 000 dólares, pero otros 6 000 tendrán que pagarse por una cama supletoria para el niño. Por 90 minutos de atención post-natal hay que pagar 2 382 dólares, por la esterilización de equipos sanitarios 530. El electrocardiograma para un recién nacido cuesta 1500 dólares y cada pastilla en caso de necesidad cuesta 20. Los servicios de partero y anestesiólogo costarán 4 020 y 3 278 dólares respectivamente .
Parálisis sistémica
"El número de estadounidenses que no tienen seguro de salud es enorme, dice el sociólogo Gerald Shulman. Se trata de personas que se quedaron temporalmente sin trabajo, jóvenes menores de 34 años, que simplemente no pueden darse el lujo de pagar el seguro de 5 a 7 mil dólares al año. Además, las personas mayores que son usuarios del programa Medicare pueden considerarse protegidas sólo condicionalmente. La gran mayoría de médicos no aceptan estas pólizas y la cantidad de servicios disponibles es muy limitada".
La necesidad de cambiar el sistema de salud de EE.UU. ya es tan severa que Barack Obama ha basado su campaña electoral en la promesa de hacer una reforma sanitaria. Sin embargo, la opción de la reforma propuesta por la administración, por lo menos, ha causado una gran cantidad de preguntas. Sin entrar en detalles del documento de 2 000 páginas, lo esencial es garantizar que todos los estadounidenses sin seguro sean incluídos al programa de seguro de salud para los pobres. Después de todo, en EE.UU. hay una amplia red de hospitales públicos, que trabajan para ellos.
Sin embargo, el nivel y la calidad de los servicios en las clínicas gratuitas se considera "inaceptable" incluso por el Departamento de Salud de EE.UU. El famoso productor de música de Nueva York, Stephen Brown el verano pasado pudo evaluar personalmente de que manera en la ciudad más rica del mundo ayudan a los pobres: "Me caí en la calle, me golpeé la cabeza y perdí el conocimiento. No llevaba documentos así que la ambulancia me llevó a la sección gratuita del hospital Belleview a donde suelen traer a personas sin hogar".
Brown pasó los tres primeros días con un goteo en el pasillo del hospital. "No me cambiaban la ropa de cama, durante dos semanas, recuerda Steven. Por primera vez ví al médico tres días más tarde después de haber vuelto en sí. Antes de eso, dos veces al día se me acercaban unas enfermeras, me daban pastillas y se negaban a responder cuando les preguntaba en donde me encontraba".
Todo este tiempo los parientes trataban de encontrar al productor. Pero ni la policía municipal ni el Departamento de Salud no disponían de información sobre él. Como resultado, él salió del hospital una semana después del incidente. "El hospital recibe recompensa de las autoridades de la ciudad por cada uno de tales pacientes, así que simplemente no querían dejarme ir, se indigna Stephen. Me dieron los documentos de alta sólo después de que firmé los papeles para confirmar que íba a pagar las cuentas del hospital por un monto de 45 mil dólares".
Este es el principio en el que Obama quiere basar la medicina estadounidense. Cuanto curas, tanto recibes. El ejemplo de Stephen Brown demuestra perfectamente las consecuencias derivadas del uso de este método en práctica. Con los hospitales repletos se puede conformarse. En muchos países del mundo no hay suficientes camas en los hospitales. Sin embargo, sólo en los EE.UU. les van a dar una cantidad infinita de medicinas y mantener en el hospital con el fin de aumentar la financiación y para salir de esta pesadilla, usted todavía tendrá que pagar miles de dólares.
No es de extrañar que durante todo el año la reforma de medicina sigue siendo el tema principal de discusiones de políticos, de la comunidad profesional y de los estadounidenses civiles. Debido a la reforma el 1 de octubre el Congreso de EE.UU. se negó a aprobar el presupuesto federal y luego dejaron de funcionar la mayoría de instituciones públicas y 800 000 empleados públicos fueron enviados a vacaciones forzosas. Como resultado del shutdown las pérdidas de la economía estadounidense ascendió a $ 8 mil millones por semana, pero no es nada en comparación con lo que se ha puesto en juego.
El cuidado de salud en los Estados Unidos es un gran negocio. Durante décadas el sistema se formaba de tal manera que lo principal no era la salud del paciente sino el estado de su monedero. En cualquier estado que le traigan al hospital, lo primero que le van a preguntar en la sala de espera es si tiene un seguro de salud y sólo después de eso, el médico decidirá qué curso de tratamiento asignarle. Como resultado, los estadounidenses gastan cada año en atención de la salud una suma astronómica de $ 2700 mil millones. La gran parte de esta suma los ciudadanos de Estados Unidos pagan de su propio bolsillo.
Nadie puede decir en que se gasta la cantidad que supera considerablemente el PIB de la mayoría de los países del mundo. Una cosa está clara. Si al menos la mitad de estos 2,7 billones se gastaron directamente en la medicina, los EE.UU. no estarían en la cuarta décima de países por la calidad de la atención médica. Pero a este costo viven felices una gran cantidad de fondos, compañías de seguro y funcionarios para los cuales trabaja un verdadero ejército de cabilderos de medicina. En este sistema no hay lugar para una persona simple, por lo tanto los estadounidenses promedios se ven obligados a vender las viviendas para recibir asistencia médica o simplemente morir para tener que dejarles a los niños.
FBII